¿Y si lo único que te falta para ese milagro es una oración dicha con el corazón?
Miles de personas alrededor del mundo han experimentado el poder del Niño Jesús de Praga cuando todo parecía perdido. Si estás en busca de una respuesta urgente, de algo que escapa a tus manos, quédate: aquí aprenderás cómo pedir con fe y cómo rezar con esperanza.
✨ “Pide tu milagro al Niño Jesús de Praga”
Una oración poderosa que ha cambiado vidas
¡Oh poderosísimo Niño Jesús de Praga!
Me acerco a ti con el corazón lleno de fe.
Tú que dijiste: “Pedid y recibiréis”,
escucha hoy mi humilde petición.
(Aquí puedes decir tu milagro o escribirlo en un papel)
Confío plenamente en tu bondad infinita.
No mires mis errores, mira mi confianza.
Tú, pequeño y poderoso,
consuela mi alma, calma mi angustia,
y si es tu voluntad, concédeme este milagro
que tanto necesito.
Niño Jesús de Praga, en ti confío.
Niño Jesús de Praga, en ti espero.
Niño Jesús de Praga, no me abandones. Amén.
¿Quién es el Niño Jesús de Praga?
El poderosisimo Niño Jesús de Praga es una imagen milagrosa de Jesús en su infancia, venerada especialmente en la ciudad de Praga, en la República Checa. Esta representación muestra a Jesús como un niño vestido con ropas reales y una corona, simbolizando que, aun siendo pequeño, es Rey y tiene poder para conceder favores.
🙏 “Cuanto más me honréis, más os bendeciré” — esta es una de las promesas más conocidas del Niño Jesús de Praga.
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Origen de la devoción al Niño Jesús de Praga 🕊️
La historia del Niño Jesús de Praga comienza en el siglo XVI, con una pequeña estatua de cera traída desde España hasta Bohemia, una región que hoy forma parte de la República Checa. Se dice que la figura fue un regalo de una noble española a su hija, que contrajo matrimonio con un noble checo. Esta figura fue heredada por su hija, la princesa Polixena de Lobkowicz, quien la donó a los padres carmelitas descalzos del convento de Nuestra Señora de la Victoria en Praga.
La imagen representa al Niño Jesús con una mano levantada en señal de bendición y la otra sosteniendo un globo terráqueo, símbolo de su soberanía sobre el mundo, aun siendo un niño.
🕊️ Lo más impresionante vino después...
Durante un conflicto armado, el convento fue saqueado y la imagen quedó olvidada y con los brazos rotos. Años más tarde, un sacerdote llamado P. Cirilo la encontró en malas condiciones y sintió un llamado interior a restaurarla. Fue entonces cuando escuchó, en su corazón, estas palabras del Niño Jesús:
“Ten compasión de Mí y Yo tendré compasión de ti. Devuélveme mis brazos y Yo te devolveré la paz. Cuanto más me honréis, más os bendeciré.”
Desde ese momento, comenzaron a multiplicarse los milagros, y la devoción al Niño Jesús de Praga se extendió por toda Europa, América Latina y el mundo. Hoy en día, millones de personas rezan ante su imagen, confiando en su ternura, su poder y su promesa de amor.
¿Por qué rezarle al Niño Jesús de Praga para pedir un milagro?
Porque su devoción está llena de testimonios de sanaciones, reconciliaciones, ayuda económica y consuelo en la desesperación. No es magia: es fe. Y cuando se pide con el corazón sincero, las puertas del cielo se abren.
La devoción al Santo Niño Jesús ha sido una tradición ancestral en la Iglesia Católica. Esta devoción es una veneración a la Sagrada Infancia de nuestro Señor. Muchos santos tuvieron una profunda devoción al Divino Niño, en particular Santa Teresita del Niño Jesús, San Francisco de Asís, San Antonio de Padua y Santa Teresa de Ávila.
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