¿Y si te dijera que hay una oración que, cuando la haces con fe, abre caminos donde parece que no los hay? ✨
ORACIÓN A LA DIVINA PROVIDENCIA
Divina Providencia, concédeme tu clemencia y tu infinita bondad. Inclina a mi favor tu brazo poderoso, y socórreme en esta necesidad que hoy me aflige.
Te pido por el amor que tienes al Sagrado Corazón de Jesús y por la intercesión de la Virgen María.
No me dejes solo en este momento de angustia. Provee todo lo que necesito para vivir con dignidad y fe, en el nombre de nuestro señor Jesús. Amén
Reza esta oración durante nueve días seguidos si tienes una petición especial. Muchos fieles afirman que, con fe, la respuesta llega.
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La Divina Providencia es la forma en que Dios cuida de nosotros cada día. No es magia. Es confianza. Es saber que Dios tiene un plan y que, aunque hoy no lo entendamos, Él ya está obrando a nuestro favor.
Como dice el Evangelio:
“Miren las aves del cielo… no siembran ni cosechan, pero el Padre celestial las alimenta”
(Mateo 6:26)
¿Por qué confiar en la Divina Providencia?
Porque confiar en la Divina Providencia es decir:
“Dios, no sé cómo vas a hacerlo, pero sé que estás conmigo.”
Esta fe mueve montañas.
Esa fe cambia vidas.
Esa fe puede cambiar la tuya también.
Oracion a la divina providencia primer dia de mes
¡Oh Divina Providencia!
Concédeme tu clemencia, y tu infinita bondad.
Arrodillado a tus pies, a ti acudo, portento de caridad.
Atiende mi súplica y alivia mi necesidad.
No me dejes en la confusión ni en la incertidumbre.
Tú que sabes lo que necesito antes de que lo pida,
abre tu mano generosa y envía tu ayuda oportuna.
Hoy, primer día del mes, deposito en tus manos
mis penas, mis alegrías, mis esperanzas y mis temores.
Cuida de mi hogar, de mis seres queridos,
de mi trabajo y de mi fe.
Que nunca falte el pan, la salud,
el amor ni la confianza en tu santa voluntad.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
(También en la oración diaria: El Credo de los Apóstoles: Oración Fundamental Católica)
✨ Recomendaciones para este día especial
Reza esta oración en la mañana del primer día del mes, en un espacio tranquilo.
Si puedes, acompáñala con una vela blanca encendida, símbolo de fe y pureza.
Al finalizar, puedes decir tres veces:
"Divina Providencia, nada me faltará."
